Las abundantes lluvias de los últimos meses han llenado el Monte de espejos y de sonidos cristalinos. Hay agua por doquier, el Albarracín la rezuma por todos sus rincones.
Las cunetas, los arroyos, los pilares, por todas partes circula cantarina, dueña de todo. Es esta una de las grandes riquezas del Albarracín: el agua y la capacidad que el Monte tiene de almacenarla, que hace posible que nuestro pueblo no tenga problemas de suministro del tan preciado elemento.
Hemos vivido uno de los mejores inviernos de los últimos años y el agua que baja por todos los arroyos del Monte corre a llenar el Pantano de los Hurones. Los perezosos rebosan.
Hemos vivido uno de los mejores inviernos de los últimos años y el agua que baja por todos los arroyos del Monte corre a llenar el Pantano de los Hurones. Los perezosos rebosan.
2 comentarios:
¡Qué envidia me da!, me tengo que ir un día de estos a dar un paseo contigo por el monte.
El rostro reflejado en el agua habla y enmudece. Es prosa creativa y descriptiva; un verso sobre H2O con gestos de inquietud y prespectiva. Una foto genial, en suma. La lluvia ha despertado el talento y la imaginería intelectual, enhorabuena...
Jesús B.C.
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