El otro día un amigo se extrañó de que yo me hubiera metido a hortelano. Le contesté que yo estudié el llamado bachiller laboral, entre cuyos asignaturas había una que se llamaba Agronomía (en tercero), otra llamada Cultivos (en cuarto) y otra denominada Enología (en quinto curso), y que antes de dedicarme a trabajar para todo el mundo menos para mí, también tuve mi huerto. Me contestó que le estaba hablando del tiempo de Maricastaña; hacía tiempo que no escuchaba esa expresión y cuando volví a mi casa puse en google "maricastaña" para saber su origen.
Allá por el siglo XIV, en Galicia, más concretamente en Lugo, vivió una rica terrateniente llamada María Castaña, casada con un tal Marín Cego. Al parecer la señora era de armas tomar y se sumó a las luchas de los hacendados contra los abusivos tributos establecidos por el obispo Pedro López de Aguiar. Cuentan las crónicas que María Castaña mató al recaudador de impuestos del obispo, un tal Francisco Fernández, y fue juzgada por ello y condenada a donar todos sus bienes a la catedral. Como se ve por la sentencia, el juez debió ser el propio obispo o algún pariente cercano, probablemente un tal Carlos Dívar. Sea como fuere, mi última experiencia como hortelano es antigua, pero no tanto como para calificarla del tiempo de maricastaña.
Para terminar de hablar por hoy del huerto, quiero decir que no sé los frutos que producirá, pero por lo pronto ha inspirado a Montserrat Sala un simpático y bello poema que dice así:
Vengo a deshacer entuertos,
los hay que al hablar de huertos confunden el rastrillo con la azada, y a estas alturas del guión, también afiman que son legión, cuando con la azada solo hay dos: Jaume Vilalta y Arobós. Maria Jesús, que si el vecino, que si la hermana, que si el sobrino. Yo solo voy al campo para fotografiar lo que es pequeño, y habrá que cosechar huerto hermoso, generoso, que no baldío, al lado de la acequia, ¡viva el regadío! Pero hombre, Arobos: ¿no sabes que llegó la modernidad y que ya no se lleva cavar pedruscos? Te vas a dejar la espalda con tantos surcos, has de poner fin a tanta antigüedad. y no cansarte como un burro, ¡qué atrocidad!
Montserrat Sala
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14 comentarios:
Escucha, no sabía yo lo de María Castaña pero si fue mujer tan valerosa yo creo que está claramente desaprovechada. Merecería una frase hecha más contundente y aguerrida. Porque lo de tiempos de maricastaña, francamente, más antiguos son los faraones y bien que los exhiben en los museos.
Por lo que respecta al resto de la entrada, yo os admiro a todos los hortelanos que conozco, empezando por mi padre, claro. El contacto con la naturaleza es una de las pocas verdades que quedan en este mundo.
No sabía yo que mi amiga Montserrat fuera poetisa. Tiene toda la razón en lo de cavar pedruscos, jjjj. Un abrazo.
Pues , sí, mi vecino me ha regalado pimientos para que lleven mis hermanas, sobrinos y demás familia (que a los caballos le gustan hasta las semillas...).
En la foto parece que son patatas lo que tienes en la tierra, aquí las patatas las plantamos de febrero a mayo, depende de la zona.
María Castaña es un personaje de una gran controversia alrededor de su figura, por una parte hay quien la sitúa en la época de la que tú hablas y por otra parte el dicho "En los tiempos de María Castaña" es una formula que hace referencia a los tiempos míticos, antes de la historia y antes del patriarcado. Es equivalente a "cuando los animales hablaban" y a otras formulas de introducción de cuentos como "cuando los pollitos tenían dientes" o "cuando los gatos tenían zapatos" o "erase una vez"...
Mira, ¿sabes lo que estoy pensando? que se acabo el rollo, voy a sacar una entrada, hoy o mañana hablando de María Castaña, GRACIAS por hacer que recordar esta "historia".
Ah el poema de Montserrat Sala me gusta mucho.
Bicos
Te veo muy apañado con tu huerto. A mí en cambio me sacas del asfalto y no podría vivir.
Que entrada más completa, pero me ha entrado unas ganas de sentarme...
Espero algún día ver el huerto en vivo, un saludo.
(La concentración de coches de época en El Bosque está programada para el 6 de octubre, ya te mandaré más información).
Me encantan los huertos, la naturaleza, el olor a pueblo...
Yo uso mucho la frase de:
"En tiempos de Mari Castaña"
Lo hago siempre al empezar los cuentos, me gusta mucho.
Un abrazo desde mi Librillo.
Querido Arobos: mi chascarrillo patatero, nunca mejor dicho, no merecia tanto honor.
Pero te agradezco de veras, este detalle. Y ahora no me quedará mas remedio que leer el Beatus de Horacio y a Fray Luís, para profudizar en el tema, que visto lo visto, buena falta me hace,
Te saludo muy cordialmente.
Pues Maricastaña es muy común en mi vocabulario y no sabía de dónde había salido la buena señora.
Entrañable lo del huerto. Y bueno, seguro.
Un beso
Tantos años diciéndolo y nunca se me había ocurrido buscar su procedencia, pero lo ultimo que hubiera esperado es lo que cuentas, mira que ser una mujer llamada Maria Castaña, nunca lo hubiera pensado!
Animo con el huerto!
Salud
aaaaaaaaaahhhhhhhhhh que hermoso!!
Hoy como llueve huele mi balcón a tierra mojada
Lo más cercano a "la naturaleza" que puedo obtener en medio de la ciudad de Buenos Aires ;)
Bello post
Besos
Lo del huerto está muy bien, mi padre tenía uno... pero ¿todos los días? uf, tiene trabajo, eh!
No sabia la historia de Mari Castaña. Respecto al huerto, me gusta mucho comer los frutos de la tierra, pero no entiendo nada de labrarla. Seria cuestión de que dieras unas clases, jejeje
El poema muy logrado.
No me cabe la menor duda que seran hermosos frutos, por el amor con que los cultivas!!!
Y además de sabor espectacular.
Mira tú lo que vengo a saber a mis años, lo de Mariscastaña, evidentemente dicho en mi niñez producto del habla de mis abuelos,
Cariños
Sería conveniente que electrificaras la valla porque he escuchado que hay gente en tu pueblo que están esperando las primeras patatas para llevárselas del huerton sin tu permiso...vamos, lo que viene siendo robártelas. Y es que hay "miarmas" pa´to.
Un abrazo, hoy extendido al "bombero forestal".
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