Entre la tarea de la mañana y la de la tarde, hace unos días me quedó un amplio paréntesis que rellené dando un paseo por la ciudad que me acoge. El día era luminoso, la atmósfera demasiado seca y el Guadalquivir parecía querer que las nubes se lo llevaran para convertirse en lluvia.
Paseé por las orillas del río y a lo lejos se oía una música nacida en Liverpool. Los Beatles sonaban y hacia el lugar de donde provenía la música dirigí mis pasos. Sobre el puente de Triana, un numeroso grupo de personas se arremolinaba en torno a jóvenes músicos que, sorprendentemente, no eran Los Beatles, aunque sonaban como si lo fuesen; el nombre del grupo no era The Beatles sino "Los Escarabajos". Fue un placer escucharlos y grabarlos para que los disfrutasen también mis amigos blogueros, a los que de un tiempo a esta parte tengo abandonados aunque no olvidados. Va por ellos.